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Primera plaga: el agua hecha sangre

14 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:

—El corazón del faraón se ha endurecido, y rehúsa dejar ir al pueblo. 15 Ve por la mañana al faraón, cuando él salga al río. Ponte frente a él a la orilla del Nilo. Toma en tu mano la vara que se transformó en serpiente, 16 y dile: “El SEÑOR, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: ‘Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto’. Pero he aquí que hasta ahora no has querido escuchar.

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